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Huntor Nirnaeth


 

Acercaos niños, voy a contaros la historia de un gran héroe. Uno de esos héroes que se forjaron a si mismos, y combatieron las fuerzas del mal con sus hermanos de armas.

Hoy os contare la historia de Huntor Nirnaeth. Si es verdad lo que dicen, el corazón de un héroe determina su valor, el corazón de Huntor seria uno de los mas grandes de los que he conocido.

Su historia no comienza en grandes castillos, ni tampoco en cuna de familias de renombre o poder. La casa de Nirnaeth, mucho antes del nacimiento de Huntor, había sido el linaje de la guardia real. Personas encargadas a la protección del rey Adelbern y anteriores reyes de Ascalon. Poco a poco los miembros de la casa de Nirnaeth fueron expandiéndose por las tierras de Tyria y haciendo función de guardia real. Otros reyes a lo largo de la historia y el continente disfrutaron de su protección.

Pocos años antes del nacimiento de Huntor la casa de Nirnaeth se enorgullecía de tener un miembro en cada casa real, protegiendo a los mandatarios. Pero el poder es el corruptor supremo del ser humano. El Manto Blanco llevaba años preparando un ataque a todos los miembros de la casa de Nirnaeth, era lo único que los separaba del trono.

El año que Huntor nació la masacre a los guardias reales había comenzado, todo aquel llamado Nirnaeth moriría a manos del Manto Blanco. Los padres de Huntor escaparon con su hijo a las montañas del oeste, en busca de refugio.

Huntor se crió como granjero, con el apellido de Held, su padre no le hablo de sus raíces y de su verdadero apellido. Hasta que hubo cumplido diecisiete años.

Un día en los establos, Huntor escucho un grito de su madre que venia de los campos de siembra, alzo la vista y vio a su padre combatiendo con un rastrillo contra un par de Ettin de las nieves. Huntor recordó instintivamente donde su padre guardaba un viejo escudo y una espada. Recogió las armas con una velocidad que solo un soldado podría desempeñar y llego al campo de batalla casi sin pensar en lo que hacia.

Su padre estaba tumbado en el suelo, después de haber recibido un golpe de uno de los Ettin, el otro llevaba a la madre arrastrándola de una pierna hacia la montaña.

Antes de que el Ettin pudiera dar el golpe de gracia Huntor le hundió la espada en el corazón, el monstruo calló fulminado, la sangre que le había salpicado la cara parecía que le dio fuerzas para seguir, el otro enemigo se alejaba con su madre. Las piernas se le movieron mas rápido que nunca, notaba su corazón rugiendo, su mente estaba centrada, su respiración controlada, sus nervios templados y la adrenalina le corría por su cuerpo como nunca haciéndole mas y mas fuerte. Supo lo que tenia que hacer, el no lo sabia, pero siglos de guardias, entrenamientos y combates corrían por sus venas, era un Nirnaeth y desde aquel día ni el Manto Blanco ni nadie le volvería a arrebatar su nombre.

Esa noche, sus padres le contaron toda la historia, el no estaría seguro en la civilización, seria objetivo del Manto Blanco y el era el ultimo de la casa de Nirnaeth con vida. Le alentaron a que se quedara, que no abandonara la seguridad de la granja. Pero el había decidido, su destino no estaba en un cultivo, tenia que convertirse en un héroe, tenia que vengar la casa de Nirnaeth y devolverle su esplendor.

Sus hazañas serian recordadas, sus combates transmitidos por maestros, y sus logros exhibidos como joyas de un museo. Desde ese día Huntor, ultimo descendiente de la casa de Nirnaeth juro destruir el mal que se apoderaba del mundo.

Y por Balthazar que lo hizo.

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